Lo de ayer en el Congreso de los Diputados ha sido de antología. Para el Guinnes, por lo menos. O incluso para un reality show con teléfonos móviles votando por el favorito que debe quedarse y el que debe marcharse... TRES iniciativas populares aprobadas en el Pleno. Con el mosqueo, berrinche, la pataleta, el cabreo de la bancada socialista... ¡Es lo que hay!
Una de esas iniciativas fue la modificación inmediata del sistema de lectura del consumo eléctrico. La bancada azul - el de los ministros por cuota de "género" - evidenciaba la naturaleza ética del gobierno socialista: El ministro de industria estaba ausente. Total... Sólo se iba a hablar de la TARIFAZO... Ya, total... Pero, como decía cierto anuncio, el total es lo que cuenta. Y tanto que cuenta, para restar en nuestros bolsillos. Cantidades escandalosas todos los meses. Una vergüenza que el grupo socialista no hizo sino negar. De vergüenza, como todo lo socialista.
Y, por cierto, si esperan que me ponga a pedir las cabezas de Bárcenas y Galeote en este blog, ya pueden esperar sentados. Lo siento, pero es que no doy crédito a nada que venga del incompetente Garzón. Cuando se hace todo tan mal como este señor lo está haciendo desde hace tiempo no hay razón para dar crédito a sus instrucciones, ni a nada que haga este señor. A mí, la paupérrima actuación de este señor de un tiempo a esta parte me ha hecho incluso dudar de otras actuaciones que se le han conocido en otros ámbitos de su trabajo. No digo más.
Así que, mientras no recoja el testigo un tribunal serio que haga un trabajo digno de crédito (y por si alguien lo dudase, si hay chorizos yo quiero que acaben en la cárcel), yo prefiero quedarme con las noticias sobre los hechos y no sobre vaya usted a saber qué que dijo Garzón.
Noticias como la sesión de la paliza popular a los socialistas en el Congreso, que viene a poner de manifiesto la difícil coyuntura en la que se encuentra ahora mismo el grupo socialista. Una circunstancia que no va a mejorar con el avance del pacto PSE-PP en las Vascongadas.
Una de esas iniciativas fue la modificación inmediata del sistema de lectura del consumo eléctrico. La bancada azul - el de los ministros por cuota de "género" - evidenciaba la naturaleza ética del gobierno socialista: El ministro de industria estaba ausente. Total... Sólo se iba a hablar de la TARIFAZO... Ya, total... Pero, como decía cierto anuncio, el total es lo que cuenta. Y tanto que cuenta, para restar en nuestros bolsillos. Cantidades escandalosas todos los meses. Una vergüenza que el grupo socialista no hizo sino negar. De vergüenza, como todo lo socialista.
Y, por cierto, si esperan que me ponga a pedir las cabezas de Bárcenas y Galeote en este blog, ya pueden esperar sentados. Lo siento, pero es que no doy crédito a nada que venga del incompetente Garzón. Cuando se hace todo tan mal como este señor lo está haciendo desde hace tiempo no hay razón para dar crédito a sus instrucciones, ni a nada que haga este señor. A mí, la paupérrima actuación de este señor de un tiempo a esta parte me ha hecho incluso dudar de otras actuaciones que se le han conocido en otros ámbitos de su trabajo. No digo más.
Así que, mientras no recoja el testigo un tribunal serio que haga un trabajo digno de crédito (y por si alguien lo dudase, si hay chorizos yo quiero que acaben en la cárcel), yo prefiero quedarme con las noticias sobre los hechos y no sobre vaya usted a saber qué que dijo Garzón.
Noticias como la sesión de la paliza popular a los socialistas en el Congreso, que viene a poner de manifiesto la difícil coyuntura en la que se encuentra ahora mismo el grupo socialista. Una circunstancia que no va a mejorar con el avance del pacto PSE-PP en las Vascongadas.
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