La escena de los nuevos enfrentamientos PP-PSOE se está desarrollando en estos momentos en el plató del País Vasco. Un PSE presidido por Pachi López, que ya ha demostrado que lo que yo dije anteriormente es rigurosamente cierto al reunirse en primera instancia con el PNV, ha ofrecido un pacto de gobierno al PP en temas fundamentales para que Pachi sea investido Presidente de la C.A. Vasca.
Mal hará el Partido Popular en aceptar dicho acuerdo. Apelarán al sentido del deber, a la oportunidad histórica que se presenta (y que de hecho es) y aceptarán; pero será un error.
El PSE ya está trazando su hoja de ruta ahora mismo. Un pacto forzado por la imposibilidad de gobernar con los nacionalistas ante un Ibarretxe que se resiste a abandonar el barco y un PNV que no puede forzar la dimisión de quien ha conseguido en términos de escaños mejores resultados que en los anteriores comicios. Un pacto forzado por no poder pactar con los que antes gobernaban en coalición con quienes ahora no se han podido presentar a las elecciones.
La hoja de ruta socialista consiste en señalar la radicalidad del PP en su oposición al PSE y abonar el camino para echarle la culpa de cualquier falta de entendimiento posterior.
¿Qué hará depués el PP si acepta el pacto? Cuando Patxi López vuelva a reunirse con el Otegui de turno, ¿qué hará? ¿Y qué hará el PP si Patxi López empieza a hablar de nuevo de consultas populares o similares? ¿Qué hará? ¿Decir que no pueden apoyar eso? ¿Hacer de blanco para todas las iras y críticas de nacionalistas y socialistas? No parece probable un cambio de política de la noche a la mañana. Y Patxi López tampoco puede negar el programa con el que se ha presentado sin desatar los ataques de los suyos, para lo que usaría al PP como chivo expiatorio y reforzaría el apoyo entre sus bases sin más que hacer ver que se siente atado por las circunstancias.
¿Y si el PP se distancia de Pachi López? Será entonces el PP el que cargue con las culpas, el que desastibilizará esa oportunidad histórica. ¿Y si no lo hace? ¿Qué pensarán entonces los que desean un PP firme que defienda su programa?
Ese camino es muy pedregoso y está lleno de agujeros profundos donde caer.
El PP debería dar, tal como ya dije, su apoyo a la investidura y exigir las menos condiciones posibles, para inmediatamente salir corriendo del lado de Patxi López, marcar las distancias y dejar bien claro que sólo es un pacto obligado por las circunstancias y que no están para nada por la labor de confundirse con el paisaje. Lo que, además de ser coherente con lo que ha venido defendiendo todos estos años, sería lo más inteligente de cara a poder hacer un ejercicio de oposición que en algún momento querrá hacer si es que tiene la intención de intentar ganar en el País Vasco alguna vez.
Mal hará el Partido Popular en aceptar dicho acuerdo. Apelarán al sentido del deber, a la oportunidad histórica que se presenta (y que de hecho es) y aceptarán; pero será un error.
El PSE ya está trazando su hoja de ruta ahora mismo. Un pacto forzado por la imposibilidad de gobernar con los nacionalistas ante un Ibarretxe que se resiste a abandonar el barco y un PNV que no puede forzar la dimisión de quien ha conseguido en términos de escaños mejores resultados que en los anteriores comicios. Un pacto forzado por no poder pactar con los que antes gobernaban en coalición con quienes ahora no se han podido presentar a las elecciones.
La hoja de ruta socialista consiste en señalar la radicalidad del PP en su oposición al PSE y abonar el camino para echarle la culpa de cualquier falta de entendimiento posterior.
¿Qué hará depués el PP si acepta el pacto? Cuando Patxi López vuelva a reunirse con el Otegui de turno, ¿qué hará? ¿Y qué hará el PP si Patxi López empieza a hablar de nuevo de consultas populares o similares? ¿Qué hará? ¿Decir que no pueden apoyar eso? ¿Hacer de blanco para todas las iras y críticas de nacionalistas y socialistas? No parece probable un cambio de política de la noche a la mañana. Y Patxi López tampoco puede negar el programa con el que se ha presentado sin desatar los ataques de los suyos, para lo que usaría al PP como chivo expiatorio y reforzaría el apoyo entre sus bases sin más que hacer ver que se siente atado por las circunstancias.
¿Y si el PP se distancia de Pachi López? Será entonces el PP el que cargue con las culpas, el que desastibilizará esa oportunidad histórica. ¿Y si no lo hace? ¿Qué pensarán entonces los que desean un PP firme que defienda su programa?
Ese camino es muy pedregoso y está lleno de agujeros profundos donde caer.
El PP debería dar, tal como ya dije, su apoyo a la investidura y exigir las menos condiciones posibles, para inmediatamente salir corriendo del lado de Patxi López, marcar las distancias y dejar bien claro que sólo es un pacto obligado por las circunstancias y que no están para nada por la labor de confundirse con el paisaje. Lo que, además de ser coherente con lo que ha venido defendiendo todos estos años, sería lo más inteligente de cara a poder hacer un ejercicio de oposición que en algún momento querrá hacer si es que tiene la intención de intentar ganar en el País Vasco alguna vez.
2 comentarios:
Lo que será un error es si no votan a Patxi López como lehendakari, porque entonces saldrá la propaganda socialista a atacar al PP por mantener a Ibarreche en el poder.
La mejor decisión, por ahora, es dejar gobernar en solitario al PSE, con acuerdos puntuales.
Por supuesto, en eso estoy completamente de acuerdo. Yo sólo estoy intentando advertir del peligro que tiene un pacto con el PSE. Razón por la cual espero que el posible acuerdo de gobierno sea lo más reducido posible a simplemente apoyar a Pachi para que gobierne; y cuantas menos políticas se pacten MEJOR!!!!
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