miércoles, 8 de abril de 2009

CERO para el nuevo ejecutivo de Zapatero.

Recién estrenado el ejecutivo de Zapatero, El Mundo propone una encuesta para valorar a los ministros zapatitos. Se puede puntuar desde el 0 al 10. La verdad es que no sorprende ver que la totalidad de los ministros suspenden la evaluación.

Ni uno sobrepasa el 4, y lo que es más, no sólo la nota más otorgada por los votantes es el CERO, sino que en algunos más de la mitad de las notas recibidas por los ministros son ceros. Es el caso de Pepe Blanco, Chaves, Bibiana Aído o González-Sinde.

Algunos podrían pensar que tantos ceros es fruto de un sabotaje a la encuesta, de gente radical que no es representativa, ... Ya se sabe. No se consuela el que no quiere. Y quizás aquí pudieran tener alguna razón, ya que es muy fácil votar por Internet, y es muy fácil poner un "cero" si se quiere mostrar desaprobación, sin molestarse en valorar más.

Pero la realidad es que es peor si despreciamos el peso del CERO. Sustrayendo el porcentaje de votos que han ido al CERO, tenemos un gobierno que no alcanza el 5 nada más que en 2 ministros: la ViceVega y Rubalcaba. El resto, suspenso.

Así de contundentes son los resultados de la encuesta de El Mundo, y eso que la editorial no ha reparado en alabanzas hacia algunos ministros de Zapatero. Como Moratinos, del que llega a decir que ha sido el hombre que más cerca ha estado de conseguir la paz entre israelíes y palestinos.


1 comentario:

Natalia Pastor dijo...

Este cambio (?)de gobierno supone dos cosas;la primera el enrocamiento en el sectarismo más atroz,con individuos como Chaves,Blanco,la ultraizquierdista pancartera Gónzalez-Sinde o el hermanísimo Gabilondo, y la segunda,el terrible reflejo,la constatación plausible que dentro de la izquierda garbancera,el “nivelito” es este:no hay nada más.
Es trágico para un país,que un individuo lerdo,sin estudios,pueda llegar a ministro de un país de la UE,cuando por su pérfil tendría dificultades en encontrar trabajo hasta de barrendero en un pueblo de Teruel.
Nos vamos al hoyo sin remisión.