Fue al hilo de un artículo del blog de Miguel Barrachina cuando se me ocurrió pensar en este tema. En realidad, el artículo habla de la crisis económica y de cómo Zapatero es el principal culpable. En eso estoy completamente de acuerdo con Miguel, pero añadí un comentario sobre la culpa repartida con los votantes, que fueron millones, que decidieron poner a Rodríguez Zapatero al frente de España, y encima, para más inri, por segunda vez.
Lo que me hizo reflexionar sobre el nivel del debate político en España fueron las palabras de "Guadalquivir", llamando imbéciles a los votantes. Un alegato - que ya no escribí allí- surgió en mis dedos en favor de los votantes: Hay que aceptar que la mayoría de las veces no hay mala fe en la actuación, tan sólo se trata de desconocimiento. A fin de cuentas, aunque tanto económicas como empresariales son carreras con muchos titulados, no todo el mundo ha pasado por ellas y no todo el mundo tiene porqué tener la formación adecuada para darse cuenta de las trampas de la demagogia.
Y fue en ese preciso instante en el que empecé a pensar en las culpas, el reparto de las mismas y la parte que le corresponde a los políticos. Y la conclusión a la que he llegado - una vez más, ya no es la primera vez- es que realmente el nivel del debate político en España está bajo mínimos.
En este sentido, creo que el PP en particular, y en general cualquier partido que quiera gobernar debería de desplegar todos sus medios en demoler los acuartelamientos de la demagogia. Que es lo que echo en falta en la política actual: Personas que arrojen verdaderas cargas de profundidad al debate.
Tengo la sensación de que la política española, en general, ha sido invadida por una serie de señores sin formación, pero con mucha habilidad para los juegos malabares y los fuegos de artificio.
El fenómeno es el mismo que cuando en un foro de internet entra un grupo de chavales folloneros, que se pasan todo el día conectados y no es que insulten, pero crean mal ambiente con respuestas "graciosas", cortantes y similares; si han pasado más de dos tardes en un foro, ya saben a lo que me refiero. Generan titulares vacuos: Acaparan la atención, pero realmente no aportan nada positivo. Detrás de ellos no hay ningún argumento; muchas veces, apenas si hay una opinión más allá de una más o menos solapada descalificación al contrario. Al final, los debates serios se van al fondo del foro o simplemente acaban por desaparecer porque la gente va bajando el nivel hasta que simplemente desisten.
Lo que salva a los foros de esa vorágine de dejadez y decadencia, es la aparición de algún usuario que lanza verdaderos obuses intelectuales, poniendo en evidencia las carencias defensivas y ofensivas de sus adversarios. Estos usuarios recuperan el nivel de debate del foro, porque hacen caso omiso a los chascarrillos facilones y demuelen la demagogia con una facilidad pasmosa, sin perderse en ambigüedades, ni aburrir a la gente pegando textos escritos por terceras personas. Condensan sus argumentos en pocas líneas y derriban a los adversarios sin dificultad. Al final, los provocadores se aburren y, aunque no desisten, nunca lo hacen, van perdiendo el interés general del resto de los usuarios, para su desgracia y desesperación.
En la vida pública española, hacen falta políticos así, - y yo tengo idea de haber visto a alguno en alguna ocasión-, pero parecen haber desaparecido; para desgracia del foro nacional donde los folloneros campan a sus anchas.
Lo que me hizo reflexionar sobre el nivel del debate político en España fueron las palabras de "Guadalquivir", llamando imbéciles a los votantes. Un alegato - que ya no escribí allí- surgió en mis dedos en favor de los votantes: Hay que aceptar que la mayoría de las veces no hay mala fe en la actuación, tan sólo se trata de desconocimiento. A fin de cuentas, aunque tanto económicas como empresariales son carreras con muchos titulados, no todo el mundo ha pasado por ellas y no todo el mundo tiene porqué tener la formación adecuada para darse cuenta de las trampas de la demagogia.
Y fue en ese preciso instante en el que empecé a pensar en las culpas, el reparto de las mismas y la parte que le corresponde a los políticos. Y la conclusión a la que he llegado - una vez más, ya no es la primera vez- es que realmente el nivel del debate político en España está bajo mínimos.
En este sentido, creo que el PP en particular, y en general cualquier partido que quiera gobernar debería de desplegar todos sus medios en demoler los acuartelamientos de la demagogia. Que es lo que echo en falta en la política actual: Personas que arrojen verdaderas cargas de profundidad al debate.
Tengo la sensación de que la política española, en general, ha sido invadida por una serie de señores sin formación, pero con mucha habilidad para los juegos malabares y los fuegos de artificio.
El fenómeno es el mismo que cuando en un foro de internet entra un grupo de chavales folloneros, que se pasan todo el día conectados y no es que insulten, pero crean mal ambiente con respuestas "graciosas", cortantes y similares; si han pasado más de dos tardes en un foro, ya saben a lo que me refiero. Generan titulares vacuos: Acaparan la atención, pero realmente no aportan nada positivo. Detrás de ellos no hay ningún argumento; muchas veces, apenas si hay una opinión más allá de una más o menos solapada descalificación al contrario. Al final, los debates serios se van al fondo del foro o simplemente acaban por desaparecer porque la gente va bajando el nivel hasta que simplemente desisten.
Lo que salva a los foros de esa vorágine de dejadez y decadencia, es la aparición de algún usuario que lanza verdaderos obuses intelectuales, poniendo en evidencia las carencias defensivas y ofensivas de sus adversarios. Estos usuarios recuperan el nivel de debate del foro, porque hacen caso omiso a los chascarrillos facilones y demuelen la demagogia con una facilidad pasmosa, sin perderse en ambigüedades, ni aburrir a la gente pegando textos escritos por terceras personas. Condensan sus argumentos en pocas líneas y derriban a los adversarios sin dificultad. Al final, los provocadores se aburren y, aunque no desisten, nunca lo hacen, van perdiendo el interés general del resto de los usuarios, para su desgracia y desesperación.
En la vida pública española, hacen falta políticos así, - y yo tengo idea de haber visto a alguno en alguna ocasión-, pero parecen haber desaparecido; para desgracia del foro nacional donde los folloneros campan a sus anchas.
1 comentario:
El debate en lo foros y en los blogs,es el reflejo de la decadencia y la degeneración de la propia clase política.
Si repasamos a los blogs progres,donde anida esa izquierda que Gutiforever califica como "garbancera",el nivel está entre patético y grotesco, y andan anclados en los clichés más rancios y casposos que una pueda imaginar.
En cuanto desmontas sus falacias,su hipocresía cuasi genética,te llueven los consabidos epítetos y etíquetas:a saber,"facha",nacionalcatolicista,franquista,etc,etc....
Es penoso y grotesco.Pero que se le va a hacer.
No dan para más.
Saludos.
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