La realidad catalana es de lo más patética y lamentable que uno se pueda encontrar en el panorama nacional, se mire por donde se mire. ¿Se acuerdan aquello del 3%? Sí, sí, aquello del 3%... Los políticos diciéndolo sin tapujos y Garzón sin investigarlo... Ya les decía yo ayer que este país no es decente. ¿Se acuerdan del follón del Carmelo? Sí, sí, el hundimiento de todo un barrio, y que nadie dimitió por ello. Oigan, absolutamente nadie. Pues eso, que este no es un país decente...
Pero lo de ayer en Barcelona... ¡Qué patético, qué lamentable, y qué bochorno!
Pero claro, no hay más que ver el nombre de la agrupación de "estudiantes": Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC). SINDICATO, de los PAISES CATALANES. Y entonces, ¿con estas denominaciones de origen qué se pretende? Nada bueno.
Un sindicato de estudiantes... de los países catalanes. Observen que no dicen "asociación" ni "agrupación", sino SINDICATO. Y observen que su distintivo no es "reforma", "progreso", "ética", "igualdad de oportunidades". Podría ser un nombre como "Asociación de Estudiantes Progreso e Igualdad" o "Asociaciación de Estudiantes por la Ética". No sé... Cien mil cosas... Pero no, son un SINDICATO, cuya caracterización es reunir a los "estudiantes" - sí, sí, lo entrecomillo porque dudo que entre todos estos haya muchos que alguna vez hayan cogido unos apuntes en clase, sino es que no se explica tanta barbarie -, que se identifiquen con una ficción independentista: "los países catalanes".
Y claro, como no, usan la bandera estelada para cargar contra la policía. La misma bandera que utilizaba Terra Lliure, el extinto grupo terrorista catalán.
Por lo que parece, en este caso, no se quemaron contenedores. Bueno, sólo "Botellas, mesas, sombrillas y demás enseres han volado de las mesas de las terrazas ubicadas en las calles por las que ha transcurrido la manifestación". (El Mundo)
De toda esta historia bochornosa, en la que una vez más se ha ensuciado el buen nombre de los estudiantes, los principales responsables son los supuestos estudiantes; pero también la casta política catalana que no dudado durante años en exaltar las fantasías y los delirios independentistas. No es nuevo. Todos recordaremos agresiones a políticos que se han saldado con declaraciones del tipo de algo habrán hecho.
Esto es lo que trae de sí el nacionalismo y el independentismo: La violencia en las calles. En el País Vasco, ETA es una organización terrorista independentista. En Galicia bastaron cuatro años de gobierno bipartito PSOE-BNG para que en una manifestación apareciesen contramanifestantes que agredieron a los primeros por razón de la lengua. Y bastaron unas horas para que Quintana echase encima la culpa al PP de tales circunstancias violentas. Es decir, algo habrán hecho. Y en Cataluña... Pues ya lo ven. Ya tuvieron su grupo terrorista, y ahora décadas después, se siguen produciendo todo tipo de actos violentos con símbolos independentistas por bandera.
Es lo que traen consigo los nacionalismos y los independentismos. Cuando son pequeños, anecdóticos en una región, siempre hay quien cae en sus redes porque cree que está bien defender su patria chica, pero luego crecen y todos, invariablemente, derivan en lo mismo. En enfrentar a la sociedad, dividirla, y en actos más o menos violentos de jóvenes que tienen que expresarse.
Pero lo de ayer en Barcelona... ¡Qué patético, qué lamentable, y qué bochorno!
Pero claro, no hay más que ver el nombre de la agrupación de "estudiantes": Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC). SINDICATO, de los PAISES CATALANES. Y entonces, ¿con estas denominaciones de origen qué se pretende? Nada bueno.
Un sindicato de estudiantes... de los países catalanes. Observen que no dicen "asociación" ni "agrupación", sino SINDICATO. Y observen que su distintivo no es "reforma", "progreso", "ética", "igualdad de oportunidades". Podría ser un nombre como "Asociación de Estudiantes Progreso e Igualdad" o "Asociaciación de Estudiantes por la Ética". No sé... Cien mil cosas... Pero no, son un SINDICATO, cuya caracterización es reunir a los "estudiantes" - sí, sí, lo entrecomillo porque dudo que entre todos estos haya muchos que alguna vez hayan cogido unos apuntes en clase, sino es que no se explica tanta barbarie -, que se identifiquen con una ficción independentista: "los países catalanes".
Y claro, como no, usan la bandera estelada para cargar contra la policía. La misma bandera que utilizaba Terra Lliure, el extinto grupo terrorista catalán.
Por lo que parece, en este caso, no se quemaron contenedores. Bueno, sólo "Botellas, mesas, sombrillas y demás enseres han volado de las mesas de las terrazas ubicadas en las calles por las que ha transcurrido la manifestación". (El Mundo)
De toda esta historia bochornosa, en la que una vez más se ha ensuciado el buen nombre de los estudiantes, los principales responsables son los supuestos estudiantes; pero también la casta política catalana que no dudado durante años en exaltar las fantasías y los delirios independentistas. No es nuevo. Todos recordaremos agresiones a políticos que se han saldado con declaraciones del tipo de algo habrán hecho.
Esto es lo que trae de sí el nacionalismo y el independentismo: La violencia en las calles. En el País Vasco, ETA es una organización terrorista independentista. En Galicia bastaron cuatro años de gobierno bipartito PSOE-BNG para que en una manifestación apareciesen contramanifestantes que agredieron a los primeros por razón de la lengua. Y bastaron unas horas para que Quintana echase encima la culpa al PP de tales circunstancias violentas. Es decir, algo habrán hecho. Y en Cataluña... Pues ya lo ven. Ya tuvieron su grupo terrorista, y ahora décadas después, se siguen produciendo todo tipo de actos violentos con símbolos independentistas por bandera.
Es lo que traen consigo los nacionalismos y los independentismos. Cuando son pequeños, anecdóticos en una región, siempre hay quien cae en sus redes porque cree que está bien defender su patria chica, pero luego crecen y todos, invariablemente, derivan en lo mismo. En enfrentar a la sociedad, dividirla, y en actos más o menos violentos de jóvenes que tienen que expresarse.
2 comentarios:
Lo que dices del sindicato de estudiantes no tiene nombre.No generlices, porque yo soy estudiante universitario y tengo relacion con organizaciones sindicales de estudiantes y que lo sepas,Si tomo apuntes y... apruebo!!!(que raro debe parecerte)Va a ser que tu generalizacion no vale, y si, los estudiantes tienen derecho a sindicarse.¿acaso te recuerdo que gracias a los sindicatos estudiantiles se fueron gestando todas las revoluciones y cambios sociales y gracias a ellas la sociedad fue mas libre al servir de ejemplo a sindicatos de trabajadores?
Que haya organizaciones de corte nacionalista que se aprobechan de esto es cierto porque tengo conocimiento de algunas pero lo que no pudes hacer es echarle la culpa a lo estudiantes en general,
porque para tener ideas de cambio y ser estudiado no va reñido.
Te lo digo por experiencia propia.
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