Medio millón de personas se reunieron este domingo en Madrid en la "Marcha por la Vida". Las previsiones de la organización desbordadas. Un nuevo éxito en la defensa de la vida, y un nuevo varapalo para el desgobierno de Zapatero. Un ejército de ciudadanos luchando con la palabra por la vida. Una verdadera manifestación del arraigo social de unos valores individuales que en nada tienen que ver con la insesatez demagógica y perversa que el ejecutivo de Zapatero y su socialismo caduco y alienante quiere imponer entre la ciudadanía.
Muchas cosas en la vida son objeto de opiniones, pero LA VIDA en sí misma no lo es, es un hecho. Defender la vida no es oponerse a nada ni a nadie, es defender la vida y la libertad. Y defender la muerte es oponerse a la vida.
Tal como dijo Juan Pablo II, en una frase que no admite réplica:
No hay libertad que valga como ariete contra ningún derecho si se viola el más elemental de los derechos. Y no hay derecho más básico, más elemental ni más importante que el de la vida. Que es la razón por la que el socialismo quiere eliminarlo de nuestro catálogo de derechos reconocidos.
Sin vida no hay libertad. (Ver también: "La Verdad Os Hará Libres")
La guerra es menos ruin que el aborto. Si la guerra es terrible y desata los instintos más bajos del ser humano, al menos enfreta a personas que pueden atacar y defenderse. Una guerra proporciona esa mínima posibilidad para todos los que luchan en ella. El aborto es el asesinato más ruin y despreciable que corta la vida del indefenso.
La defensa del aborto en el fondo es la lucha por convertir una sociedad de sujetos libres en una anarquía de sujetos sin responsabilidades ni deberes. Ya existen unos supuestos en los que el aborto está despenalizado. Supuestos que recogen aquellos casos en los que se presentan disyuntivas morales. Pero ¿qué supone el aborto anárquico y nihilista que los socialistas defienden? Supone la eliminación de la responsabilidad de la ecucación de la LIBERTAD. La concepción como una tontería fruto de no tomarse la más mínima precaución - que, por cierto, ¿para eso para qué gastarse millones en las campañas contra el SIDA si nada tiene consecuencias y todo da lo mismo? - y el aborto como la receta para subsanar las molestias que supone un embarazo no deseado pero tampoco evitado.
En el fondo es la misma idea que la LOGSE: Pasen de curso sin estudiar. La misma idea que subyace en la actual crisis internacional. Lo QUEREMOS TODO, pero sin molestarnos, sin esfuerzos ni compromisos ni incomodidades de ningún tipo. Queremos tener el coche y el piso e irnos de vacaciones y comprar ropa cara y salir a cenar y al cine, al teatro y a los musicales, y... Pero no queremos trabajar. Queremos los coches, pero no queremos contaminar para producirlos; y tampoco queremos contaminar al usarlos, y queremos....
Lo queremos todo, pero sin esfuerzos ni responsabilidades.
Y al final, estamos donde estamos porque la realidad, siempre tozuda, nos ha llevado a donde nos tenía que llevar. Al NO SE PUEDE. Una sociedad constituida por individuos sin valores es una sociedad vacía. Y las sociedades vacías están abocadas al fracaso y las crisis y a las depresiones. De hecho, todas las crisis económicas han tenido el mismo origen de fondo: Los bienes no eran tan buenos. Las cosas no valían lo que decían valer, valían menos. La crisis actual no es distinta.
Y si una sociedad sin valores está abocada a la crisis, no hay valor más básico ni más importante que la defensa del derecho a la vida. Sin la garantía de ese derecho no hay marco jurídico que se sostenga, ni progreso que sea posible.
¿O acaso creen que es casualidad que aquellos países donde la vida no tiene unas garantías mínimas para prosperar sean los más pobres del mundo? Pues si lo creen, ya se pueden ir desengañando porque NO LO ES.
Muchas cosas en la vida son objeto de opiniones, pero LA VIDA en sí misma no lo es, es un hecho. Defender la vida no es oponerse a nada ni a nadie, es defender la vida y la libertad. Y defender la muerte es oponerse a la vida.
Tal como dijo Juan Pablo II, en una frase que no admite réplica:
"El respeto a la vida es fundamento de cualquier otro derecho, incluidos los de la libertad."
No hay libertad que valga como ariete contra ningún derecho si se viola el más elemental de los derechos. Y no hay derecho más básico, más elemental ni más importante que el de la vida. Que es la razón por la que el socialismo quiere eliminarlo de nuestro catálogo de derechos reconocidos.
Sin vida no hay libertad. (Ver también: "La Verdad Os Hará Libres")
La guerra es menos ruin que el aborto. Si la guerra es terrible y desata los instintos más bajos del ser humano, al menos enfreta a personas que pueden atacar y defenderse. Una guerra proporciona esa mínima posibilidad para todos los que luchan en ella. El aborto es el asesinato más ruin y despreciable que corta la vida del indefenso.
La defensa del aborto en el fondo es la lucha por convertir una sociedad de sujetos libres en una anarquía de sujetos sin responsabilidades ni deberes. Ya existen unos supuestos en los que el aborto está despenalizado. Supuestos que recogen aquellos casos en los que se presentan disyuntivas morales. Pero ¿qué supone el aborto anárquico y nihilista que los socialistas defienden? Supone la eliminación de la responsabilidad de la ecucación de la LIBERTAD. La concepción como una tontería fruto de no tomarse la más mínima precaución - que, por cierto, ¿para eso para qué gastarse millones en las campañas contra el SIDA si nada tiene consecuencias y todo da lo mismo? - y el aborto como la receta para subsanar las molestias que supone un embarazo no deseado pero tampoco evitado.
En el fondo es la misma idea que la LOGSE: Pasen de curso sin estudiar. La misma idea que subyace en la actual crisis internacional. Lo QUEREMOS TODO, pero sin molestarnos, sin esfuerzos ni compromisos ni incomodidades de ningún tipo. Queremos tener el coche y el piso e irnos de vacaciones y comprar ropa cara y salir a cenar y al cine, al teatro y a los musicales, y... Pero no queremos trabajar. Queremos los coches, pero no queremos contaminar para producirlos; y tampoco queremos contaminar al usarlos, y queremos....
Lo queremos todo, pero sin esfuerzos ni responsabilidades.
Y al final, estamos donde estamos porque la realidad, siempre tozuda, nos ha llevado a donde nos tenía que llevar. Al NO SE PUEDE. Una sociedad constituida por individuos sin valores es una sociedad vacía. Y las sociedades vacías están abocadas al fracaso y las crisis y a las depresiones. De hecho, todas las crisis económicas han tenido el mismo origen de fondo: Los bienes no eran tan buenos. Las cosas no valían lo que decían valer, valían menos. La crisis actual no es distinta.
Y si una sociedad sin valores está abocada a la crisis, no hay valor más básico ni más importante que la defensa del derecho a la vida. Sin la garantía de ese derecho no hay marco jurídico que se sostenga, ni progreso que sea posible.
¿O acaso creen que es casualidad que aquellos países donde la vida no tiene unas garantías mínimas para prosperar sean los más pobres del mundo? Pues si lo creen, ya se pueden ir desengañando porque NO LO ES.
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