lunes, 2 de marzo de 2009

Breve Análisis de Resultados de las Elecciones Gallegas


Es indiscutible la victoria del PP en Galicia
. Una victoria por mayoría absoluta y con un escaño de holgura adicional; pero ahora viene el momento de hacer unas cuantas consideraciones porque estos resultados dan para muchas lecturas y según desde donde se hagan puede uno agarrarse con fuerza a unas o a otras. Veamos paso a paso a lo que me refiero.

Para empezar, puede decirse sin lugar a dudas que una mayoría absoluta es éxito claro de Feijóo. Un éxito que refuerza la política de Mariano Rajoy. El PP en su conjunto ha salido reforzado.

Bien, es una lectura. Pero también se puede decir sin titubeos que el resultado desde un punto de vista histórico es un éxito moderado. Después de perder la presidencia, el electorado del PP tendría que haber estado rabioso por recuperarla (y lo estuvo, esa fue gran parte del éxito de movilización del PP de estas elecciones, y para la próxima lo estará el electorado del bipartito). Pero tendría que haber estado más rabioso aún. Haber ganado por tres o cuatro escaños de diferencia. Y no fue así. Lo cual no es un éxito si tenemos en cuenta que en las anteriores elecciones el PP había sido la fuerza política más votada muy cerca de la mayoría absoluta.

Sin embargo, visto en conjunto, el resultado ha sido magnífico. Feijóo tiene ahora una oportunidad dorada de consolidar y ampliar la mayoría y conseguir lo que desde la oposición no consiguió desde luego en el entorno rural: Ser conocido.

Sin embargo, la parte más problemática de esta victoria y la que va a dar más que hablar, sin duda, es la forma de conseguirla. Aparentemente, el mensaje de Mariano Rajoy de acercamiento a la socialdemocracia y la antipatía del liberalismo fundamentalista ha funcionado. El PSOE ha perdido un escaño en favor del PP y el BNG otro. No obstante esta primera impresión, no hay que olvidar el importante aumento de la participación. No se trata aquí de un trasvase de votos en un porcentaje de participación similar sino de un aumento de voto popular y un suave descenso - lo que una vez más nos recuerda hasta qué punto la población de izquierdas está dispuesta a tragar con lo que le echen (sillas, coches, despachos, adjudicaciones, yates, etc.) - del bipartito que no consiguió convencer y en cambio desencantó a algunos.

Finalmente, una vez más, se pone de manifiesto, la demagogia de la izquierda: A la derecha le favorece la abstención. Que es una forma malintencionada de decir que la derecha sigue en la dictadura y preferiría que la gente no votase. PUES NO. Una vez más, pues NO. Así de simple y de sencillo. La alta participación ha favorecido, de nuevo, al Partido Popular.


No hay comentarios: