Informa La Voz de Galicia que a Pablo la Administración le negó una silla. Esto, dicho así, no tendría la más mínima importancia. Es más, ¡qué demonios!, si Pablo quiere una silla que se la pague Pablo la silla de su bolsillo. ¿Es lo lógico, no?
Lo que sucede es que Pablo tiene 5 años y parálisis cerebral y la silla que sus padres pidieron, aprovechando las ayudas de la Ley de Dependencia, era una silla adaptada para poder estar en el colegio. Una silla que no ha llegado. La Administración se la denegó porque era demasiado cara.
¿Se pueden imaginar cómo debió de sentirse la madre de Pablo cuando se enteró por los medios de los despilfarros de Touriño? Piensen en la situación e imaginen...
Bueno, pues por si no se han hecho una idea aún. Tomen nota de sus propias palabras:
Lo que sucede es que Pablo tiene 5 años y parálisis cerebral y la silla que sus padres pidieron, aprovechando las ayudas de la Ley de Dependencia, era una silla adaptada para poder estar en el colegio. Una silla que no ha llegado. La Administración se la denegó porque era demasiado cara.
¿Se pueden imaginar cómo debió de sentirse la madre de Pablo cuando se enteró por los medios de los despilfarros de Touriño? Piensen en la situación e imaginen...
Bueno, pues por si no se han hecho una idea aún. Tomen nota de sus propias palabras:
«Cuando vi en televisión que las nuevas sillas encargadas por el Gobierno costaba cada una más de dos mil euros pensé, 'claro, para Pablo era muy cara'».
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