viernes, 9 de febrero de 2007

Y sigue el pulso al Estado.

Montilla precipita la creación de un Tribunal Constitucional paralelo en Cataluña. Es la ofensiva independentista del que se dice socialista y tan sólo es un títere en manos del independentismo más radical. Aunque, por supuesto, a estas alturas nadie tiene dudas de que la única línea que separa a unos y a otros son las siglas de las organizaciones. Los idearios son perfectamente intercambiables y los medios que defienden, unos con más vehemencia que otros, son los mismos.

En realidad, desde aquí, me voy a permitir sugerirles a los posibles futuros votantes del PSC, que en futuras elecciones no voten a tales siglas sino directamente a ERC, que les supone exactamente el mismo resultado pero al menos con la consabida ventaja de que no les sorprenderá el cúmulo de estupideces que defiendan desde el victimismo más vergonzoso y la demagogia más insolidaria y egoísta. Además, de ese modo se quitan de un plumazo el riesgo de que en algún momento el PSOE lo dirija un socialista.

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